Con el confinamiento en casa y tanto tiempo libre, muchas veces dan ganas de comer mierdecillas dulces para apagar la ansiedad así que hoy traigo una receta golosa pero a la vez más sana que las chuches o dulces industriales. Evidentemente sigue siendo un dulce así que no es algo para abusar sino para apagar las ansias de chocolate, se prudente y come solo un poco cada día.
- 1 tableta de chocolate para fundir sin azúcar añadido y mínimo del 70% de cacao
- 1 taza de amaranto inflado
- 1 taza de avena inflada *
- 2 cucharadas de aceite de coco
- 2 cucharadas de mantequilla de cacahuete
- 1 puñado de nueces picadas ( o cualquier otro fruto seco)
- 1 cucharada de la grasa de la leche de coco
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 1 chorrito de sirope de agave o miel ( esto se puede omitir, depende de si os gusta mucho el chocolate negro o si lo preferís más dulce)
* podéis usar los cereales inflados que más os gusten, solo 1 tipo o mezcla de varios.
Ponemos un bol al baño María con el chocolate en trozos, el aceite de coco y la mantequilla de cacahuete y la leche de coco, removemos hasta que todo esté derretido y bien mezclado. Lo apartamos del fuego y le añadimos el sirope y la esencia de vainilla, removemos para integrarlo bien.
Después añadimos los ingredientes secos, los cereales y los frutos secos. La cantidad es un poco a ojo, la masa tiene que quedar espesita así que si es necesario se pueden añadir más cereales. Mezclamos bien para que quede todo integrado.
Forramos una bandeja o molde (para que queden tipo barritas tiene que ser una bandeja rectangular no muy grande) con papel film para que no se pegue la mezcla, la echamos encima, repartimos con una espátula para alisarla y a la nevera mínimo 30 minutos (cuanto más se deje enfriar más durito queda el chocolate). Se puede cortar en cuadraditos como hice yo o en forma de barrita.
Si tenéis molde de bombones podéis poner ahí la mezcla y tener piezas más pequeñas.
No sabía muy bien como llamar a esta receta, y he optado por ponerle hamburguesas porque se pueden comer tal cual se ven en la foto como metidas en pan de hamburguesa en vez de una de carne. También si le damos forma de croqueta, podrían llamarse croquetas de coliflor y si le damos forma redonda albóndigas de coliflor. Cada uno que le dé la forma que quiera en base a como quiera comerlas.
- 1 coliflor pequeña
- 1 huevo
- sal,pimienta,ajo en polvo y curry al gusto
- 1 puñado de queso rallado
- 2 cucharadas de almidón de tapioca
Lo primero de todo es quitar la base y las hojas a la coliflor y cortar los ramitos. La trituramos de manera que quede como cuando se quiere hacer el arroz de coliflor, como si fueran granitos de arroz, no al máximo para que no se haga una pasta (yo usé la thermomix y trituré a velocidad 5 unos 3 segundos). Después la metemos 2-3 minutos en el microondas para que se cocine un poco.
Le añadimos el queso y el huevo y mezclamos hasta que el queso se derrita el queso, lo salpimentamos y añadimos el ajo en polvo y el curry (podéis ponerle las especias que más os gusten) y por último le añadimos el almidón de tapioca para que la mezcla quede un poco más consistente. Se puede dejar reposar un poco para que el almidón absorba líquido.
Mientras reposa encendemos el horno a unos 200º.
Ponemos una hoja de papel de horno o de silicona en una bandeja y vamos poniendo porciones de la masa con la forma que queramos.
Horneamos hasta que estén doraditas y cuando las pasemos al plato lo haremos metiendo por debajo la espumadera con cuidado por si están un poco pegadas no romperlas.
Yo las acompañe de una salsa elaborada con queso fresco batido, mostaza dijón y un poco de sirope de agave.
Temporada de higos, que penaaaaa que dure tan poco con lo ricos que están 😢. Cuando tienes muchos, además, es un problema porque una vez recogidos maduran super rápido y se pudren de un día para otro si te descuidas, así que para aprovechar los máximos posibles, aparte de comerlos tal cual hay que buscar otras opciones como por ejemplo hacer mermelada, algún postre o como en esta receta, una ensalada rica y colorida.
Las cantidades son para una ración que fue lo que me hice, ya sabéis que para más raciones simplemente es doblar cantidad por persona.
- 2 puñados de mix de brotes de lechugas
- 4 lonchas de jamón serrano sin nitritos, azúcar y demás💩💩
- 1/2 pepino (yo le quito las semillas porque me repiten)
- 2 ajos negros (muy sanos y como son dulces le va muy bien a esta ensalada)
- 3 higos
Para la salsa podéis echar aceite y vinagre balsámico que le va muy bien, yo no lo suelo usar porque lleva azúcar, así que me hice una salsa de miel y mostaza. La miel también es un azúcar pero más sano y con más propiedades que el azúcar blanco que se usa en la industria alimentaria y aunque no se debe abusar de ella una cucharadita de vez en cuando no conlleva ningún problema. Mi salsa lleva:
- 3 cucharadas de yogur natural de coco (no lácteo)
- 1 cucharadita de mostaza de dijon
- 1 cucharadita de miel
- un poco de ajo en polvo
- una pizca de sal del himalaya
- 1 cucharadita de aceite de oliva
La preparación como cualquier ensalada no tiene misterio, cada uno puede poner las cosas a su gusto. Yo coloqué una cama con el mix de brotes, corté las lochas de jamón a la mitad y las distribuí para que quedara homogéneo y bonito, el pepino va en trozos (también podrían ser rodajas). Corté en láminas los ajos negros para echarlos por encima y los higos en cuartos.
La salsa simplemente es mezclar todos los ingredientes hasta que quede bien emulsionado. Si la miel está dura (la natural suele endurecerse), la calentamos unos segundos en el microondas para que quedé líquida, sino será más complicado mezclarla con el resto. Y ya solo queda echarla por encima de la ensalada y a disfrutarla.
Sigo con mi alimentación del protocolo autoinmune con lo cual no podía hacer los chipirones rellenos como he echo siempre con pan y huevo cocido, así que improvisé sobre la marcha con lo que tenía en casa y que puedo comer. El resultado espectacular de rico sin llevar gluten, ni lácteos, todos los ingredientes son aptos para la fase estricta del protocolo.
- 1 kilo de chipirones
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra o de coco virgen
- 3 rodajas de jamón serrano sin azúcar, gluten ni aditivos (también se puede usar bacon sin aditivo ninguno)
- 5 langostinos
- 2 zanahoria
- 1 cucharada de almidón de mandioca (solo para apelmazar un poco el relleno)
- 1 lata de champiñones (o champiñones naturales)
- 2 dientes de ajo picaditos
- 1/2 cebolla
- 1 cucharadita abundante de harina de arrurruz para espesar la salsa
- 1/2 brick pequeño de nata de coco ( valdría también leche de coco espesa)
- 1 vaso de caldo de pollo o pescado
- sal del himalaya
- cúrcuma
- ajo y cebolla en polvo
Lo primero de todo es limpiar bien los chipirones si no lo han echo en la pescadería. Quitarles la piel, vaciarlos y reservar los tentáculos. Les quitamos las aletas y las picamos finito junto con los tentáculos. Pelamos los langostinos y los cortamos pequeño. Reservamos mientras hacemos el relleno.
Para el relleno: en una sartén grande ponemos 2 cucharadas de aceite con 1 diente de ajo picado, cuando esté ligeramente dorado añadimos 1 zanahoria que previamente habremos cortado en cuadraditos muy pequeños y los champiñones también picados y salteamos unos minutos, luego añadimos los tentáculos con las aletas todo picadito, echamos un poco de sal, ajo y cebolla en polvo. Salteamos unos 5 minutos y añadimos la cucharada de almidón de mandioca, mezclamos bien y por último añadimos los langostinos y el jamón picado. Removemos unos minutos hasta que se hagan un poco los langostinos y reservamos hasta que temple un poco para rellenar los chipirones.
Mientras los vamos rellenando (yo los cierro con palillos para que no se salga el relleno), nos ponemos con la salsa.
Para la salsa: En una olla con fondo amplio ponemos la cucharada de aceite restante, con el otro diente de ajo picado, cunado esté ligeramente dorado añadimos la cebolla y una zanahoria en trozos, salteamos, añadimos sal, ajo y cebolla en polvo y un poco de cúrcuma. Añadimos el caldo, Dejamos cocer unos 15 minutos a fuego medio. Trituramos la salsa y la volvemos a poner al fuego, le añadimos la nata o leche de coco. Incorporamos los chipirones rellenos en la salsa y cocinamos hasta que cambien de color, unos 20 minutos más o menos a fuego medio. Comprobar el sabor por si queréis echar más condimento y si la salsa está muy líquida le añadimos la cucharadita de arrurruz diluida en un poco de agua fría, le damos un hervor y listo.
La fructosa es un azúcar saludable en su formato original,
es decir, cuando te comes una fruta entera, pero no cuando se trata de fructosa
añadida. Y ¿a qué llamamos fructosa añadida? Esa fructosa que ahora se vende en
granulada en paquetes como si fuera azúcar o bien la fructosa que se encuentra
entre los ingredientes de productos procesados como mermeladas, galletas, refrescos,
salsas, batidos sustitutivos….. que además suelen tener una cantidad muy
elevada de ella.
Entonces, si la fructosa es sana en la fruta, ¿Por qué no lo
es cuando es añadida? Simplemente porque
se metaboliza de forma diferente en nuestro cuerpo. El organismo humano no es
capaz de producir fructosa, no tenemos ninguna necesidad fisiológica de ella y
solo puede ser metabolizada en cantidades limitadas por el hígado. Cuando
comemos fruta el hígado la convierte en glucógeno que se utilizará para producir
energía cuando el cuerpo necesite pero cuando la tomamos añadida en esas
cantidades el hígado no puede hacerle frente, no se reutiliza y la convierte en
grasa que se almacena principalmente en el hígado, aumentando la
resistencia a la insulina y los niveles
de colesterol, contribuye a la obesidad, problemas cardiovasculares, diabetes y
al hígado graso.
El aumento del consumo de fructosa debido a que ahora se
añade en múltiples productos procesados preocupa bastante por sus efectos, por
ello cada vez se hacen más estudios sobre ello. (Los estudios están en ingles
pero podéis hacer uso del traductor, dando en la página del artículo al botón
izquierdo del ratón y eligiendo la opción traducir al español, sino sabéis
inglés. La mayoría son resúmenes de cada estudio, desde la propia página en
algunos os da acceso para leer el estudio completo, sino me podéis contactar
por el Facebook y os digo una página por donde podréis leerlos completos si os
interesa alguno en particular).
Algunos estudios sobre el posible efecto que su consumo en madres
pueda tener sobre el feto y sobre el consumo en los propios niños ya que
aumenta la obesidad visceral y puede provocar trastornos metabólico:
- El consumo excesivo de fructosa materna afecta la función del hipocampo en la descendencia a través de la modificación epigenética del promotor BDNF. Ref: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/29401579
- La ingesta materna de alta fructosa aumenta los niveles de corticosterona en circulación a través de la disminución del aclaramiento de la corticosterona suprarrenal en la cría adulta. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0955286318309781
- Fructoholismo infantil y enfermedad hepática fructohólica. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/30619993
- Consumo de fructosa y metabolismo lipídico en niños y adolescentes obesos. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/30701440
- Se agregó fructosa como principal impulsor de la enfermedad del hígado graso no alcohólico: una crisis de salud pública https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5663253/
- Recomendaciones dietéticas prácticas para la prevención y el tratamiento de la enfermedad del hígado graso no alcohólico en adultos. (1 de las recomendaciones es no tomar fructosa añadida) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/29438460
- Fructosa y azúcar: un importante mediador de la enfermedad del hígado graso no alcohólico. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/29408694ç
- Fructosa añadida: un conductor principal de la diabetes mellitus tipo 2 y sus consecuencias. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25639270
- Fructosa, aumento de peso y síndrome de resistencia a la insulina https://academic.oup.com/ajcn/article/76/5/911/4689540
- https://www.mayoclinicproceedings.org/article/S0025-6196(15)00040-3/abstract
- En comparación con la sacarosa, el consumo previo de monosacáridos de fructosa y glucosa reduce la supervivencia y el estado físico de ratones hembra https://academic.oup.com/jn/article/145/3/434/4743676?sid=85182fd2-bab1-41aa-a3ed-17c8aaf6a01a
- Inflamación inducida por la fructosa y aumento del cortisol: un nuevo mecanismo de cómo el azúcar induce la adiposidad visceral. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/29225114
Y bueno, dejo de poner porque me podría pasar semanas
enteras añadiendo artículos con los efectos perjudiciales de la fructosa
añadida. Podéis buscar artículos vosotr@s mismos por ejemplo en https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed
que es una de las páginas más conocidas en el sector científico médico,
poniendo fructose o added fructose. Si os animáis a
investigar un poco y encontráis algún artículo positivo sobre la fructosa me lo
mandáis, porque yo no he encontrado ninguno, como máximo alguno no concluyente,
pero ante todos los negativos para mí no concluyente significa malo XD.
Como siempre no me cansaré de
repetir y animaros a que si os preocupa vuestra salud SIEMPRE SIEMPRE miréis
las etiquetas de los productos que vais a consumir, sobre todo cuando os los
ofrezcan como sanos o “light” que normalmente son un engaño.
Actualmente estoy empezando a seguir unas nuevas pautas de alimentación debido a una enfermedad que tengo: psoriasis. Como no tengo una gran área de mi cuerpo afectada no me había animado a empezarlo antes, ya que los primeros meses es un protocolo muy restrictivo, pero después de pensarlo mucho he decidido hacerlo no solo por la psoriasis sino por mi salud en general.
No voy a explicar en lo que consiste en sí el protocolo porque para eso ya hay muchos blogs y libros donde lo explican, pero la base de la restricción de alimentos es sobre todo para que el intestino se regenere y deje de estar permeable, que es algo que se relaciona especialmente con tener una enfermedad autoinmune, con lo cual siguiendo este protocolo debería ir remitiendo los síntomas poco a poco.
Yo personalmente creo que es algo que a todo el mundo le vendría muy bien seguir durante unos meses, porque con la vida que llevamos hoy día, el estrés, la alimentación con tanto procesado..., la mayoría de nosotros seguro que tenemos el intestino permeable ya que los síntomas son cosas que la mayoría considera como normales aunque no lo son. De echo, por ejemplo yo es una de las cosas que primero he notado, la eliminación de los gases y la hinchazón abdominal, cosas que siempre había considerado normales en mí.
Los principales síntomas que puede provocar un intestino permeable son:
No voy a explicar en lo que consiste en sí el protocolo porque para eso ya hay muchos blogs y libros donde lo explican, pero la base de la restricción de alimentos es sobre todo para que el intestino se regenere y deje de estar permeable, que es algo que se relaciona especialmente con tener una enfermedad autoinmune, con lo cual siguiendo este protocolo debería ir remitiendo los síntomas poco a poco.
Yo personalmente creo que es algo que a todo el mundo le vendría muy bien seguir durante unos meses, porque con la vida que llevamos hoy día, el estrés, la alimentación con tanto procesado..., la mayoría de nosotros seguro que tenemos el intestino permeable ya que los síntomas son cosas que la mayoría considera como normales aunque no lo son. De echo, por ejemplo yo es una de las cosas que primero he notado, la eliminación de los gases y la hinchazón abdominal, cosas que siempre había considerado normales en mí.
Los principales síntomas que puede provocar un intestino permeable son:
- Problemas digestivos tales como gas, hinchazón, diarrea o síndrome de intestino irritable.
- Alergias o asma estacionales.
- Desequilibrios hormonales, tales como el síndrome premenstrual o síndrome de ovario poliquístico.
- El diagnóstico de una enfermedad autoinmune tal como artritis reumatoide, tiroiditis de Hashimoto, lupus, psoriasis, o enfermedad celíaca.
- El diagnóstico de fatiga crónica o fibromialgia.
- Problemas del estado de ánimo y la mente, como la depresión, la ansiedad, ADD o ADHD (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad).
- Problemas en la piel tales como acné, rosácea o eczema.
- Diagnóstico de crecimiento excesivo de cándida.
- Alergias alimentarias o intolerancias alimentarias.
Así que ese ha sido mi motivo para empezar y probar el protocolo autoinmune y ver que tal me va.
Este protocolo restringe los primeros meses todo tipo de cereales, legumbres,huevos, lácteos, alcohol azúcares y edulcorantes, frutos secos y semillas, las solanaceas (tomate, berenjena, patata, pimiento....) y por supuesto cualquier tipo de procesado o químico.
Y yo una de las cosas que más echo de menos es la PATATA 😭, las únicas alternativas a ella son la batata y la yuca. La batata no me gusta mucho y menos en recetas saladas porque es demasiado dulce, así que solo me quedaba la yuca, que nunca había probado, como último recurso para mi felicidad.
Tengo que decir después de probarla QUE ME DECLARO FAN INCONDICIONAL DE LA YUCA jejejeje me encantaaaa, no es patata pero el sabor es más parecido a ella que el de la batata y es muy versatil, se puede hacer frita, cocida, puré, y por ejemplo para esta especie de sustituto del pan, no es pan, pero suple bastante bien su función y es más sana.
Pues ahí va mi primera receta con ella:
- Unos 600 gr de yuca
- 1 plátano maduro
- 1 ct de ajo en polvo
- 1 ct de cebolla en polvo
- 1 ct de sal del himalaya (el protocolo solo permite esta o la sal céltica)
- 2 cds de aceite de oliva + alguna más para hacer a la plancha las tortitas a no ser que tengáis una buena plancha que no lo necesite.
Primero pelamos la yuca, cuesta un poco porque la piel es muy dura, lo mejor es hacer un corte a lo largo para luego ir pelándola con la mano poco a poco. Luego la cortamos en trozos y la ponemos a cocer en agua hirviendo unos 25 minutos o hasta que esté blanda.
Cuando esté lista la escurrimos bien y la ponemos en una batidora o procesador, en mi caso la thermomix y la trituramos junto con el plátano, los condimentos y el aceite. Quedará como una especie de masa ligeramente pegajosa.
Disponemos en la encimera 1 papel de horno y ponemos montoncitos de la masa de tamaño no muy grande (para que aplastados queden como una hamburguesa algo más fina) un poco separados para que no se peguen entre ellos al aplastarlos. Ponemos encima otra hoja de papel y bien con la mano o con cuidado con un rodillo de cocina, las aplanamos un poco, que no queden ni muy gordas ni demasiado finas porque se romperían al freírlas.
Calentamos una sartén o una plancha bien antiadherente (si es buena no necesitaría aceite sino añadir un poco) y vamos poniendo las porciones aplanadas de masa para que se doren por ambas partes. Cuidado al darles la vuelta son delicadas y se pueden romper. Según vayan estando las ponemos en un plato y las vamos amontonando.
Una vez frías se vuelven algo más consistentes. Se pueden usar para acompañar la comida, con dos tortitas como bocadillo,si la hacemos más grande como base de pizza.....Como veis en la foto yo le puse jamón serrano sin aditivos y canónigo.
Os recomiendo probar la yuca si todavía no lo habéis echo.