Con mi decisión de dejar el gluten voy buscando alternativas más sanas que el uso de productos procesados que lo sustituyan, porque estos están llenos de azúcares, féculas y otro tipo de harinas como la de maíz que aunque no tenga los mismos efectos que el gluten va camino de ser igual de perjudicial.
Esto no quiere decir que no los use, pero lo hago de forma muy esporádica, por ejemplo, cuando tengo mucha ansiedad por algo específico como unas cookies o un plato de pasta.
En esa búsqueda miro muchos blogs, libros y revistas para que me den ideas y no aburrirme en mi alimentación.
Así fue como encontré esta manera de hacer una especie de pizza, con todo el sabor pero sin nada de gluten, he visto esta receta en varios sitios, la mayoría con algún tipo de harina, yo he preferido no ponerla y tunearla a mi manera.
El resultado: la masa queda más blanda que si llevara harina, como una especie de tortilla sin llegar a serlo, pero de sabor estupendo, al ser más blanda se come con cuchillo y tenedor, no se puede coger. Mi padre le dio buena nota jajajaj y eso es mucho teniendo en cuenta no es muy partidario de cambiar su alimentación.

• 1 calabacín
• 1 bolsa de queso parmesano rallado, de los que vienen como tiritas no en polvo
• 2 huevos
• tomate frito, mejor casero
• un poco más de queso para esparcir por la pizza
• piña en su jugo o fresca
• 1 paquete de taquitos de jamón
• sal, pimienta y especias a gusto, orégano

Así queda la mezcla de base antes y después de hornearse.